martes, 6 de febrero de 2018

El domingo llegué a casa y tenía una llamada...

El domingo por la noche llegamos a casa cansados y deseando sentarnos en el sofá y hacer un poquito de Netflix & chill. Mientras íbamos en el coche Lilah me preguntó a quien le tocaba esa noche elegir película. Le mire de reojo y estaba con carita de buena mirándome: "¿podemos ver lo del maquillaje?, ¿porfaa?" Hablaba de “Skin Wars”, un concurso americano de maquillaje corporal que nos gusta a todos, es entretenido, divertido y sobretodo muy creativo. Lo vemos algunas noche cuando los niños siguen despiertos y no podemos ver otras series mas serias, valga la redundancia

Pero al llegar a casa, Netflix nos estaba esperando con una sorpresa. Al abrir la pantalla principal, me llamó la atención un cartel amarillo, vivo y llamativo. Cuando reparé en el titulo…”La Llamada” Le pegue un grito a Rubén...lo vemos?

Los Javis (directores de la película) habían estado en nuestras últimas conversaciones y habíamos visto la gala de los Goya el día anterior, así que decidimos sin hablar que era el momento perfecto. Esa es la manera en la que funcionamos, las cosas que nos llegan de esa manera tan clara, la tomamos, tal cual. Como dirían Los Javis, “Lo hacemos y ya vemos”.

Así que, preparamos palomitas y nos pusimos manos a la obra...a la pedazo de obra de arte que resultó ser la película. No os la voy a contar porque cada uno debe verla y sacar sus propia conclusiones pero si voy a intentar explicar, si soy capaz, lo que yo sentí al verla…que fue mucho.

A nivel visual es muy divertida. Fresca y alegre. Un campamento de verano de monjas. Promete! Pero cuando comienzas a meterte en la historia y conoces a los personajes y ves tanta verdad en ellos (bueno, ellas en realidad ellas porque son todas mujeres, menos Dios, que aparece en forma de hombre, eso si, vestido de lentejuelas y cantando por Whitney Houston) te das cuenta de que te espera un rato lleno de revelaciones.

Para mi, “La Llamada” es toda una revolución: es una historia de amor, de superación, de descubrimiento y de lucha como nunca antes ha sido contada.
La lucha interna que ocurre cuando te llega “la llamada”, cuando miras a tu alrededor y ves que nadie lo entiende pero que tú le ves muchísimo sentido. El descubrimiento de algo nuevo, algo que te llena por dentro, pero que intentas decirlo en palabras o escribirlo y ni siquiera tu lo entiendes, como si todavía no estuviera preparado para salir. Entonces es cuando reconoces que esa llamada es real y que es para ti, te rindes totalmente al mensaje recibido y te levantas de nuevo llena de energía y dispuesta a superar cualquier obstáculo para seguir esa llamada. Y ahí llega el amor, que te llena, que todo lo puede. El amor incondicional, como elemento de unión. El amor de verdad, esa luz que cuando se instala en ti se deja ver por cada poro de la piel. Esa fuerza sobrehumana que nos hace ser mas fuertes y más valientes de lo que nunca hubiéramos pensado. El amor sano, de corazón a corazón, sin etiquetas.

Yo lloré, desconsoladamente y en varias ocasiones, no puedo decir cuando ni porqué para no estropear la peli, pero si que puedo decir que las canciones son maravillosas y perfectamente seleccionadas para cada momento. Como buena Yeclana, me encantó escuchar y redescubrir la letra de “Todas las flores” y el momento en que hablan de Presuntos Implicados. Me sentí muy identificada con la historia, no con ninguna en concreto pero si con la idea principal, con la incomprensión que sientes durante el proceso hasta que poco a poco vas descubriendo, señal tras señal, que ese es el camino.

Solo me queda por decir, que desde ahora soy fan total de “Los Javis”, independientemente de que ahora esté de moda. Pero por lo poco que conozco de ellos, me quito el sombrero. Atentos a estos chicos, tienen mucho que contar.

PD: si no crees que te vaya a hacer sentir nada de esto, igualmente no te la pierdas! como comedia también es genial! Y en Netflix esta la versión sing-along (estilo karaoke) para cantar las canciones. Super divertido!! Besitos.


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